miércoles, agosto 18

Silencio

Los instrumentos de esta sinfonía se retiran.

Muchas gracias por pasar y leer.

No me fui. Sé que sabrá encontrarme.

domingo, mayo 16

Más que un alcance de nombre


Ya ganaste cuatro de los reconocimientos más grandes que se dan en tu profesión. Con 41 años ya y los estadounidenses se rindieron antes tus pies: su academia te brindó un Oscar, luego de dos nominaciones anteriores y tres Globos de Oro, además del reconocimiento por parte del Sindicato de Actores (SAG). Y no sólo eso, también los rígidos británicos cedieron ante tus dotes y su academia te otorgó un BAFTA. En definitiva, ya lo tienes todo.


Pero…para variar, el éxito comercial no va de la mano del personal. No hablo de marketing y que tus películas no la rompen como un musculoso hombre lobo y una joven que apenas puede cerrar su mandíbula, ni menos que te digitalizan y te convierten en una alienígena enamoradiza. Lo tuyo es el drama, de ese con introspección que provoca analizar situaciones cotidianas. Bridget Jones se convirtió hasta en un apodo para las solteras regordetas. Por un lado, por otro, hay otro color. A pesar que eres gringa, tu desmesurada contención a la hora del humor, increíblemente sí es graciosa. Algo así como una versión femenina de un loquillo George Clooney. Uff, ese Clooney.


Así que tienes el éxito profesional. No se te conocen aires de diva, no se filtran tus sanguinarios rechazos de guiones como tu no-amigui Gwyneth. De hecho, la mayoría de productores y colegas sólo tiran flores a esta tranquila, obediente, matea y perfeccionista señorita Zellweger.


Un carisma que brota de esos dos botones azulinos y esa cara redondeada por tus rosados cachetes que contrastan con la leche de tu evitado bronceado. Es cierto, tu facciones no motivaría a Vogue ni tu cuerpo a Victoria’s Secret, pero de que tienes lo tuyo…girl, you got it!


Una obsesiva por tu físico, siempre muy deportista y marcadita como conejo de chocolate. Con ese cabello desgreñado que adorna tu tenida diaria: buzo, zapatillas, polerón. Adicta al café, a los vestidos de gala ceñidos, cabello corto y al poco maquillaje.


Si bien, usualmente no andas glamourosa para un photoshoop de improviso o el asedio de los paparazzos, cuando te toca lucirte en la red carpet apareces deslumbrante superando tu natural belleza ayudada por precisas telas y costuras.


Sí, tienes todo. Regia figura, regio intelecto, regio pasado, regio presente, regio amor. No, lo último no.


A tu desgracia, más de lo que quieres, tus incursiones amorosas se han permeado a la prensa. OK, supimos que fuiste sumamente feliz con el desquiciado de Jim Carrie. Seguramente, fuiste su resplandor tipo Clementine pues duraron años. Luego, nena, atrapaste por un tiempo al escurridizo y deseado Clooney. Fue divertido and it’s over. Después te caíste por los músicos, unas tonaditas de un White y un simbólico y playero casamiento con un Kenny Chesmy. Una vez más, todos pensamos que por fin habías acertado y encontrado a ese sujeto indicado. Cinco meses después, las palabras “divorcio por fraude” nos sacaron de las suposiciones. El último, la sonrisa pícara de Bradley Cooper y el sabroso gossip que tu gracia se lo arrebató a la divinidad Aniston. No obstante, se dice que ya rompieron…sola de nuevo, Renée.


Gastas tu día en tu workout, leyendo guiones y actuando en películas que se llevan tu pasión. Seguramente cuando te dediques a escribir y producir, marcarás más precedentes que la encarrilada de Drew, porque tú eres así: abismantemente talentosa, poderosamente exitosa y encantadoramente bella.


Pero, los que empezamos con R y terminamos con E sabemos que detrás de esas sonrisas para los flashes, se transluce esa pena. La pena de la resentida parte vacía de un vaso, que está a más de la mitad de lleno por aplausos profesionales. Así como también, los que destacamos las piernas a la hora de vestir, tenemos claro que no importa la cantidad de aplausos, reconocimientos ni portadas cuando en tu currículo no figura ningún premio de ninguna academia por interpretar el papel en el cual la mayoría se luce: una buena media naranja/complemento amoroso. ¿En qué has fallado, Renée? Cierto: la perfección no existe.

domingo, mayo 2

Que llueva una vez más



Porque no siempre gana mi mente.

jueves, abril 1

Jesus take the wheel



Pensé en escribir un texto emulando todo lo Hitcock que fueron estas fechas hace un año atrás. Lamentablemente, como un patético karma, circunstancias hacen que pasen desapercibidas debido a las nuevas. Lo bueno, la Mala Crawford parece no haberlo recordado o tal vez, en sus silencios y omisiones, prefirió no emitir palabra para no aguarme los aún sobre veintiocho grados capitalinos.


Es semana santa. La del año del terremoto. Seguramente la reflexión de estos días debería estar enfocada como lo está todo los productos manipuladores colectivos. En los campanazos que oí de la misa del domingo, al señor predicador de oro y blanco retó a los feligreses-tenemos-un-ramito-en-las-manos al decir “Semana Santa no son vacaciones”. Obviamente, las palabras del pastor van para las ovejas que se les olvidan y caminan a la feria a comprar ensaladas picaditas en bolsitas.


Bueno, el asunto es que…para mí siguen siendo vacaciones, hasta que apague el compu luego del capítulo de Carrie&Friends la madrugada del lunes que viene.


Como sea. El asunto es que Jesus Take The Wheel.


Aprendí, después de un par de sinceros y poco pedidos lagrimones que cuando estás cayendo, te paras y te sigues cayendo…en verdá continuaste de pie todo el pie y mirabas fijo adónde caerías. Cuando caíste, preferiste no perder mayor tiempo mirando y tocándote los huesos quebrado, y al tiro llegó la conciencia de que debías pedir ayuda. Esa ayuda llegó por la modelo, que como buen niño, te llevó casi a tirones de oreja donde la Srta. Siempre Sonriente.


El mundo se redujo mucho, fue una invención donde Jesús había creado esos pequeños planetas llenos de verde, con mi morada y otros edificios. Donde el único habitante era yo y levantaba puentes mecano cuando realmente quería una visita. Valoras todo de nuevo, desde tomar tu medio litro de té mirando la nada hasta salirte de tu propia esfera de elucubraciones provocada por el vapor y continúas en lo tuyo. Porque todo es exclusivamente tuyo, y el resto, lo compartes y lo prestas, no lo das. Creo.


Como si se tratará de mejorar la caligrafía, parecías abducido siendo prolijo entre galletones de avena y compaginando libros de producción, ideas claras para que el sabio instructor dientes de conejo me hiciera un mejor discípulo y más maratones encontrando la información necesaria. Sopa sin sal que terminó gustándome en mi estadía en algo que no era recuperación en la clínica.


Jesús, tomó el volante en un momento que lamentablemente olvidé intentando entender el mapa en mi conducción a Cincinatti y mi celular estaba fuera del área de cobertura. Me encantaría recordar el momento exacto cuando el embriague dejó de estar bajo mi mando.


Sí, he saved me from the way. Pero, no era Jesús. Y hoy jueves no ha muerto, no resucitará el domingo y no me traerá algo de chocolate. Me trae sudor, lágrimas, sweeters, zapatillas y anteojos. Quizás nada comparado con el dulzor del cacao, pero es algo más satisfactorio y que estimula más a mis neuronas. Y lo más importante, éste sigue manejando y yo soy su copiloto.

miércoles, febrero 10

Sophia?


"No puedo parar de llorar.
He intentado parar de pensar,
pero no funciona.
No esperas que estas cosas pasen.
No puedes controlarlo, no puedes controlar nada.

Así es que estoy en un estúpida jornada de Puertas Abiertas
y todos son unos mocosos y unos groseros,
y luego veo a alguien.
Yo nunca le había hablado a ella en Roundview.

Parecía no importar porque luego todo se puso
muy divertido.
Y para cuándo estábamos de camino a casa,
ya nos contábamos secretos.

Yo quería mover mi mano.
Tenía tantas ganas de moverla.
Entonces ella movió la suya.

Desearía haberle dicho a Naomi
cuán fácil es para mí
enamorarme de alguien.

Todos estamos solos
y todo lo que queremos es a alguien que,
tú sabes,
nos preste atención y nos diga que somos hermosas y adorables
y que digan que nos quieren..."

viernes, enero 1

Tau 2009!


Bye Bye 2009

No me recuerdes, porque yo lo haré por ti.

Reflexión Bradshaw: ¿por qué quieres a la gente con la que no comportes y no te conoce?